Pájaros en Harmonía
La artista plástica portuguesa Silvia Lópes presentó recientemente en la Sociedade Harmonia Eborense (SHE) su instalación de pájaros pintados, en la exposición titulada “Desejo, Surpresa e Jogo”. Realizó para ella mil pájaros pintados, aunque no todos pudieron volar en las salas de la Sociedad por motivos de espacio. Todos ellos estaban firmados y numerados, todos ellos diferentes y con vida propia, vida interna, eso sí, para el que se la quiera otorgar con su fantasía a un objeto inanimado que cuando se le mira parece decir algo (posiblemente sea esta gran parte de la esencia del arte).
El precio simbólico de un euro hacía cuestionarse el valor que tiene en realidad un objeto artístico, el valor del tiempo, del trabajo y de la capacidad de inspiración de un artista que pasa a convertir en mercancia su obra, su creación propia. Quién da valor al arte y qué valor tiene en verdad el arte fueron algunas de las preguntas que me inspiraron este trabajo delicado y a la vez explosivo de Silvia Lópes. Esta pintora, educadora y escultora cuenta con numeros los premios que engalanan justamente una obra llena de oxígeno, espontaneidad y frescura en un juego de equilibrios aparentemente caótico.
